miércoles, 23 de febrero de 2011

Una rubia sorprendente (Memorias de un vampiro IV)

Ruth y yo llevábamos cerca de tres meses en Moscú cuando se iniciaron los acontecimientos que voy a relatar.

Por primera vez en mucho tiempo salí a cazar solo. Ruth y yo habíamos discutido la madrugada anterior antes de acostarnos y cuando esa noche nos despertamos ella estaba de muy mal humor. Me dijo que necesitaba estar sola y salió a la noche dejándome plantado en la casa que habíamos alquilado al llegar a Moscú.

miércoles, 16 de febrero de 2011

La fiesta

Les he estado observando desde esta mañana. Han llegado al refugio a pie, con sus mochilas a la espalda y cantando las típicas canciones estúpidas que cantan los jóvenes. Son tres parejas, ninguno de ellos parece superar los dieciocho años.

Desde mi húmedo y oscuro escondite puedo observar casi todos sus movimientos. Betty está a mi lado y siento que está sedienta. La acaricio con ternura y le digo que no falta mucho, que pronto podrá beber hasta saciarse.

lunes, 14 de febrero de 2011

EL APOSTOL (3 DE 3)

TERCERA PARTE

Una curación, una revelación y una conversión


Durante un largo minuto reinó el silencio en el despacho de Zuriel.

-Una historia fascinante, pero no esperará que me la crea ¿verdad?

-No realmente, seguramente pensará usted que estoy loco.

-Usted no está loco. Simplemente pretende tomarme el pelo.

viernes, 11 de febrero de 2011

EL APOSTOL (2 de 3)

SEGUNDA PARTE

El viajero del tiempo, los dinosaurios y
el Maestro

-Todo empezó hace casi tres años, una mañana de abril. Aunque para mi han pasado algo mas de seis años desde entonces. No ponga esa cara, se que suena raro, pero lo comprenderá a medida que vaya relatándole mi experiencia.

Me encontraba en el metro, camino del trabajo. Recuerdo que estaba pensando en un documental que había visto la noche anterior por TV. Era un documental sobre el tiranosaurus-rex, ya sabe, uno de esos documentales filmados con las modernas tecnologías que usan en el cine, todo ello muy realista. Estaba pensando lo interesante que sería poder visitar esa época y ver cual era el aspecto real y las verdaderas costumbres de los dinosaurios cuando, de pronto sentí como si tiraran de mi.

miércoles, 9 de febrero de 2011

EL APOSTOL (1 de 3)

NOTA ACLARATORIA

Cuando acabé este relato, no estaba muy convencido de si debía publicarlo. No es que no me gustara, estaba satisfecho de como había quedado y lo había pasado bien escribiéndolo, pero de alguna manera me recordaba demasiado a Caballo de Troya, de J.J. Benítez, y no quisiera que el lector me acusara de plagio. Pero una amiga que lo leyó me animó a hacerlo y aquí lo tenéis. Sin embargo no he podido evitar publicar antes esta nota para dejar claros algunos puntos:

1º. Algunas afirmaciones que se hacen en el relato pueden herir la sensibilidad del lector. Parafraseando a Jardiel Poncela en el prólogo de su divertidísimo “La tournee de Dios” diré: Este cuento no va en contra de los creyentes ni de los ateos, no va en contra de las religiones ni de sus representantes, ni siquiera va en contra de los dinosaurios (pobrecitos ellos, bastante tuvieron con lo de su extinción) si contra alguien carga en un momento dado este cuento, es contra la humanidad.

2º. Puede parecer que el episodio de los dinosaurios esté aquí como relleno, para aumentar la extensión del relato. La realidad es que lo incluí para aportar algo de humor entre tanto misticismo. También es útil para explicar la mecánica del viaje temporal.

3º Me confieso creyente, aunque no practicante. Creo firmemente en Dios y la figura de Cristo. Pero si alguien intentara colarme una historia como la que Zuriel le cuenta a Esther, sinceramente, pensaría que está como una chota.

Dicho esto, estimado lector, puedes empezar la lectura de “El Apóstol” bajo tu cuenta y riesgo. Solo espero que al acabar no pienses que estoy como una chota.

Gracias por leer esta nota.

Atentamente:

Llorenç Salgado




EL APOSTOL

PRIMERA PARTE

La periodista, el apóstol y el ex millonario
convertido en conserje

Esther Ramos se apeó de su automóvil y con gestos maquinales se alisó la falda y se arregló el cabello. Era una mujer de 37 años alta y esbelta, muy atractiva.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Las apariencias engañan

La Estrella Negra, nave de la corporación minera, regresaba a casa tras varios meses de prospección y extracción en un campo de asteroides ricos en metales pesados. Los cuatro tripulantes estaban en la sala de ocio jugando una partida de yuba cuando una luz verde se encendió en un panel.